Apalancamiento financiero: Qué es y cómo funciona

¿Qué es el apalancamiento financiero?

El apalancamiento financiero es una herramienta que utilizan los inversores para aumentar la rentabilidad de su capital a través de endeudarse.

Por ejemplo, si una empresa tiene que afrontar una inversión para incrementar su capacidad productiva, puede hacerlo a través de recursos propios, recursos ajenos (deuda) o ambos conjuntamente. La propia expresión proviene del término “palanca”. Es decir, un desbloqueo o impulso de una operación financiera. Lo que buscamos con una operación de apalancamiento financiero es, precisamente, incrementar la rentabilidad. Un ejemplo sería, la compra de una segunda vivienda para alquilarla o venderla en un período de tiempo. Si hablamos de una empresa, sería el mismo criterio, es decir, buscar una mejora de rentabilidad a través del endeudamiento. Esta sería la diferencia más importante con relación a una operación de crédito puro, ya que con el apalancamiento financiero buscamos una rentabilidad que sea superior al coste de dicho endeudamiento.

El apalancamiento financiero es una forma de financiación que puede ser utilizada por empresas, grupos de inversores o familias para incrementar su capital de inversión y poder aumentar su rentabilidad. Podemos decir, que gracias al apalancamiento financiero aumentamos la rentabilidad del capital. A mayor endeudamiento, mayor posibilidad de rentabilidad. No obstante, como cualquier operación especulativa, puede tener sus riesgos. De entrada, tendremos que conseguir que el coste del capital prestado sea menor que la rentabilidad para la empresa para poder lograr los beneficios adicionales.

Ventajas

En cuanto a las ventajas. Podemos enumerar las siguientes: Incrementar la rentabilidad de la inversión, utilizar solo una parte de nuestro capital para la inversión prevista manteniendo unos fondos de reserva suficientes, participar en inversiones a las que no podríamos acceder sólo con nuestros propios recursos, mayor capacidad de compra incrementando volúmenes o efectuar inversiones distintas de forma simultánea.

Riesgos

En cuanto a los peligros, sería la pérdida de capital en una inversión fallida, ya que, si la inversión no obtiene los resultados esperados, el porcentaje de pérdidas será mayor en función de una mayor inversión.

Ejemplos de apalancamiento financiero

Si queremos efectuar una operación en bolsa de 100.000 euros y obtenemos una rentabilidad de un 10%, ganaremos 10.000 euros. Si la misma operación la apalancamos con una deuda por el 50%, es decir, 50.000 euros, el beneficio será lógicamente el mismo, pero la rentabilidad sobre nuestro propio capital de 50.000 será del 20%. Tendremos que cuantificar el coste de esta deuda, pero en la medida en que dicho coste sea menor que la rentabilidad conseguida, la operación será ventajosa. Por el contrario, si la rentabilidad de la inversión es negativa en un 10%, la pérdida será superior.

¿Cómo se calcula?

El apalancamiento se calcula por unidades fraccionadas, así si para una inversión de 60.000 utilizamos recursos propios por calor de 20.000, diremos que el apalancamiento financiero es 1:3. Incluso en el caso de algunos derivados financieros como los contratos por diferencias (CFDs) permiten abrir una posición sobre un activo sin que haga falta desembolsar todo el valor del activo subyacente. Así, si queremos comprar una acción con un alto valor, podemos comprar un CFD que replique dicha acción y obtendremos un posible beneficio sin llegar a poseerla.

En definitiva, si se hace un uso razonable, el apalancamiento financiero es una herramienta muy importante para cualquier operación de inversión, sea a nivel empresarial o de inversión. Ahora bien, hay que ponderar siempre los riesgos y cubrirse ante la posibilidad de que la misma sea deficitaria, aplicando niveles de apalancamiento prudentes.

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Sobre el autor:

Miquel Valls

Asesor Fiscal

Miquel Valls – Asesores Fiscales y Financieros